Culmina rodaje de “Hijos de la sal” bajo la dirección de los hermanos Rodríguez
Largometraje de ficción rodado en Las Salinas de Las Cumaraguas en el estado Falcón
Las Salinas de Las Cumaraguas, ubicado al noreste de la península de Paraguaná del estado Falcón, es el sitio natural que acoge la historia de “Hijos de la sal”, largometraje de ficción que rodaron los hermanos Luis y Andrés Rodríguez durante 7 semanas desde el 21 de enero 2015.
La Península de Paraguaná es un sitio que conocen muy bien los hermanos Rodríguez, ya que en esa zona han realizado cuatro documentales. “El lugar siempre nos sedujo, tiene una potencia expresiva que tratamos de retratar y quisimos hacer una ficción en este paisaje”, comentó Luis Rodríguez.
“Hijos de la sal” refleja la compleja situación de unos personajes que transgreden las tradiciones del pueblo, teniendo que decidir si siguen el ejemplo de sus padres o abandonan para siempre un lugar en el que la sal y el calor, corroen por igual el cuerpo y el alma de los seres.
En ese sentido, los realizadores aprovecharon las condiciones geográficas de Las Cumaraguas, puesto que a su juicio “son tierras de atmósfera lejana que aparenta soledad y al estar ubicadas al extremo de algo son perfectas para expresar situaciones límites”, explicó Luis Rodríguez, al tiempo que añadió que “las salinas bajo el sol del amanecer crean como un efecto de proyección de la luz ofreciendo una imagen profunda y espiritual”
Los hermanos Rodríguez reconocen que les interesan las historias de familia que estén de alguna forma quebrantadas. Demostrar cómo los hijos viven bajo las sombras de lo que han hecho sus antecesores y cómo esto los mantiene en un destino atávico que los personajes están tratando de liberarse. Esa carga espiritual está presente en esta película.
Esta historia está protagonizada por el primer actor José Torres, conocido también como “Tacupay” por su mítico personaje indígena de corte totuma de la novela Kaína (1995), quien a sus casi 90 años se mantiene activo. Para esta película interpreta a Evaristo, un padre que en agonía de muerte tiene una última voluntad para sus hijos.
Acompañan a este gran actor, los jóvenes que por primera vez participan en una película. María Alejandra Jimenez (María), nacida en Barquisimeto y estudiante de teatro en Unearte en Caracas, es su primera vez en cine y admite que le encantaría continuar su carrera compartiendo la tablas y la gran patalla; Terry Goitia (Enrique) oriundo de Moruy, uno de los pueblos indígenas más antiguos de la península de Paraguaná; Anibal Grunn (Santiago), actor de dilatada trayectoria en cine, teatro y televisión, la actriz Yixi Villegas interpretando a Maritza, entre otros.
Cine en la comunidad
El ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, estuvo presente en el rodaje de esta película para presenciar los procesos de creación del imaginario colectivo y escuchar los testimonios, tanto de los creadores, como los de la comunidad involucrada.
El rodaje del largometraje de ficción “Hijos de la sal”, brindó a la parroquia de Pueblo Nuevo del estado Falcón esta nueva experiencia, que genera fuentes de ingresos para las empresas del sector y sus habitantes, garantizando de esta manera la inclusión y participación de las comunidades en los procesos de creación y construcción del cine nacional.
María Chirinos, lleva 30 años viviendo en el sector, y trabajó por mucho tiempo con la sal junto a su familia. Afirma que este sería su primer contacto con el cine nacional ya que no tiene televisión y nunca había presenciado este tipo de labores en la zona.
La señora María alquila su casa para el rodaje de “Hijos de la sal”, lo que le genera un ingreso muy importante, ya que depende de su hijo menor que trabaja en Punto Fijo y la visita una vez a la semana para llevarle alimentos y dinero para ella y el tratamiento de su hija que padece Síndrome de Down. Adicionalmente al alquiler, el equipo de producción de la película se comprometió a pintar la casa finalizado el rodaje.
Cine escuela
La película “Hijos de la sal” también dedica un espacio para la formación, puesto que para incluir al pueblo en el proceso de creación, los hermanos Rodríguez realizaron talleres de iniciación al cine y actuación a los miembros de la comunidad de Las Cumaraguas.
Indiana y Wladimir Salas, son unos hermanos que viven en Punto Fijo pero desde que se enteraron de los talleres han querido participar activamente en el proceso de la película. Indiana (25), ahora trabaja como coordinadora de producción, mientras estudia ingeniería y comunicación social, situación que no le permite estar presente en todo momento en el rodaje pero desde la distancia atiende llamadas, correos y compra de suministros.
Es primera vez que trabaja en una película y conocía Las Cumaraguas, pero nunca había compartido con su gente y no había sabía su historia. “Con esta película he aprendido más de cómo se hace el cine, del pueblo y sus habitantes”, comentó Indiana.
Con esta historia profunda y espiritual, que cuenta con la participación de comunidades y aprendices, los hermanos Rodríguez apuntan a un cine no convencional, tratando de que “Hijos de la sal” sea una búsqueda más misteriosa y expresiva.