La violencia criticada con humor negro en el nuevo rodaje del cine nacional
“Yo, mi ex y sus secuestradores”, ópera prima de Javiera Fombona, arriba a su segunda semana de rodaje en Caracas.
Una banda de secuestradores extremadamente violentos pero con la misma dosis de torpeza, captura a la expareja de Carlota (Graziella Mazzone), una arquitecta meticulosa y muy perfeccionista que se debate entre ganar el concurso que le conseguirá el ascenso en su trabajo y rescatar a su amada exnovia Bárbara. Violencia, mucha sangre, situaciones incompresibles y una dura crítica al ser humano, es el enganche de “Yo, mi ex y sus secuestradores”, la obra inaugural de Javiera Fombona.
Para su guionista y directora, el género es el ideal para lograr el objetivo que se planteó al escribir la historia. “Me parece que el humor negro es una forma inteligente de criticar ciertas cosas de la sociedad. Quiero criticar todo tipo de violencia, en la familia, contra los animales, la violencia criminal”, comentó Fombona.
La historia, que se rodará en cinco semanas más en Caracas, es protagonizada por cinco personajes bien particulares. Bárbara, interpretado por Natalia Román (El malquerido), es una mujer luchadora, fiel protectora de la naturaleza y los animales, vegana y está perdidamente enamorada de su expareja Carlota. “Creo que esta historia va a gustar por como está enfocado el secuestro y por los conflictos que se desarrollan. Leí el guión, me encantó y la directora está muy clara de lo que quiere, eso como actriz me hace sentir confianza y estar tranquila a la hora de filmar”, aseguró Román.
Los secuestradores de Bárbara son los hermanos Bueno Santos, banda delictiva encabezada por Juan, “un hombre demente, malvado y con una patología psicótica”, así lo describe Claudio de la Torre (Muerte suspendida), quien da vida al personaje. “Me encantó Juan porque me permitió jugar, me llamó la atención el guión sólido, con un desarrollo pleno y un final contundente”.
Acompañando a Juan en sus fechorías está Pedro (Alexander Rivera), su hermano, “la luz de ese hogar”, como lo califica el actor. “A través del humor negro vemos como las necesidades del ser humano le llevan a cometer cosas, que obviamente no son buenas, como el secuestro. Busco que el público no se identifique con él, pero sí que lo comprenda”. El trío de secuestradores es completado por Cristina, amante de Juan, “una mujer sin tapujos, interesada y sin muchas preocupaciones”, que complicará la trama con sorpresivos enredos. A Cristina la encarna Sheila Monterola (El malquerido), quien también fungió como directora de casting.
Rompiendo paradigmas
La propuesta de la novel directora es sinónimo de innovación en la cinematografía nacional, por sus efectos especiales bien pronunciados. “Visualmente es una estética bien particular y alejada de la realidad, la mayoría son planos simétricos, estamos trabajando la cámara lenta que se acelera, que tampoco se ha usado y chorros de sangre exagerados nada realistas, entonces sí, es algo bien diferente”, puntualizó Fombona.
La productora ejecutiva de la película es Belén Orsini (Verde salvaje), quien asegura que la historia atrapará al público joven, por los efectos muy bien logrados, gracias al talento humano que está detrás de las cámaras. “Esta es una película que tiene un presupuesto bastante ajustado, pero ha contado con el respaldo de mucha gente que aplaudo y que agradezco que quiera hacer películas más allá del presupuesto que tengamos”, afirmó la cineasta.
Veteranos y talentos nóveles conforman el equipo de realizadores que trabajan para lograr el éxito de la película: en la dirección de fotografía y cámara, Mauricio Siso; dirección de arte, Francisco Padrón y Diego Rísquez; sonido: Marco Salaverría; Maquillaje: Juan de Dios y Vestuario Felia Torres, entre otros.
El largometraje, financiado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía CNAC, tiene como casa productora a la Cinematografía Bastet y cuenta con la co-producción de Xenon films y Esmeralda Da Silva. Una vez finalizado el rodaje, estará durante doce semanas en proceso de edición y ocho semanas más en trabajo de sonido.
Texto: Willetza Bolívar
Fotografías: Willetza Bolívar y Omar Mesones.