El talento venezolano continúa conquistando el séptimo arte hispanoamericano
De ocho nominaciones, siete fueron conquistadas en los Premios Platino por “El abrazo de la serpiente”, de Ciro Guerra. Los venezolanos Nascuy Linares y Marco Salaverría triunfaron en la tercera edición de los premios.
“El abrazo de la serpiente”, de Ciro Guerra, una coproducción entre Colombia, Venezuela, Argentina y Francia, triunfó el 24 de julio en Punta del Este, Uruguay, al alzarse con siete galardones en la tercera edición de los Premios Platino del cine iberoamericano, en las categorías: Mejor película de ficción, Mejor dirección, Mejor fotografía, Mejor dirección de arte, Mejor montaje, Mejor música original y Mejor dirección de sonido, estos últimos otorgados a los venezolanos Nascuy Linares y Marco Salaverría, respectivamente.
El merideño Nascuy Linares, quien al recibir el premio, agradeció a su familia y al Maestro José Antonio Abreu – Fundador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela – llegó al largometraje gracias al productor por Venezuela Raúl Bravo, quien le propuso componer la música del filme. “Casualmente, acababa de ver la anterior película de Ciro (Guerra), «Los viajes del viento», y me había gustado tanto, que acepté de inmediato la propuesta sin haber leído el guión ni saber de qué iba la historia”.
Los cantos indígenas característicos de los habitantes de la selva amazónica, donde se desarrolla la película, están presentes en la rica composición de Linares. “Fundamentalmente trabajé etnias que habitan en nuestros dos países, y cuyas voces son casi imposibles de re-interpretar en un estudio de grabación. Puedo decir que durante el proceso hubo muchos temas que quedaron descartados pero sirvieron para encontrar la atmósfera y la energía musical que necesitaba la banda sonora. También tomé como punto de partida el riquísimo paisaje sonoro que le brindaban la selva y el río a la película”.
Para el compositor “los premios son una de la muchas formas en que los espectadores valoran el trabajo creativo y artístico de los creadores”.
Inspirada en los diarios de los primeros exploradores que recorrieron la Amazonía Colombiana, la película, en el ámbito sonoro, necesitaba recrear esa época en donde existía una selva completamente virgen. Para lograr el objetivo, Marco Salaverría, quien compartió el Premio Platino a la Mejor dirección de sonido con el colombiano Carlos García, se internó en la selva semanas previas al rodaje.
“Lo que hicimos fue buscar el material sonoro máximo previo a la película para grabar ambientes y conocer la tonalidad sonora de la selva. La construimos a partir de sonidos muy reales y propusimos una selva que ya no existe, porque desde la época en la que estuvimos investigando hasta ahora, la selva ha mutado mucho la sonoridad. Después del rodaje estuvimos dos semanas más, grabé sonidos en el lado de Venezuela cerca de Puerto Ayacucho camino a la Autana, grabé algunos sonidos desde el río Autana”, comentó Salaverría.
“Le agradezco a la Escuela de Cine de San Antonio de los Baños en Cuba, que fue donde estudiamos Carlos (García,) y yo, y además donde estudiaron los sonidistas de las otras películas que estaban compitiendo por el sonido. También quería dedicárselo a mi pequeño bebé que nació hace mes y medio Matías Salaverría”, comentó efusivo el sonidista. “Este es un premio que me halaga mucho porque es un momento histórico donde el cine iberoamericano está pasando por sus mejores momentos y los premios son los encargados de reconocer el trabajo hispanoamericano”.
Nascuy Linares y Marco Salaverría también fueron premiados por su trabajo en esta película, en la segunda edición del Premio Iberoamericano de Cine Fénix, en Ciudad de México, celebrado el pasado 25 de noviembre de 2015.
Texto: Willetza Bolívar
Fotos: EFE y Premios Platino