Armando el rompecabezas de la película “Desde Allá”
La ópera prima de Lorenzo Vigas “Desde Allá”, se estrenó en las salas de cines comerciales el 2 de septiembre después de un recorrido internacional lleno de éxitos.
La película venezolana “Desde Allá” era la cenicienta en la edición 72 del Festival Internacional de Cine de Venecia. Así lo sentían su director Lorenzo Vigas, el productor Rodolfo Cova y los actores Luis Silva y Alfredo Castro, invitados de honor a la gala de uno de los festivales más importantes del mundo. Buscaban que los entrevistaran, pero en palabras de Lorenzo Vigas eran “completamente invisibles”.
Vigas había trabajado en el guión por muchos años con la colaboración del mexicano Guillermo Arriaga, con quien había colaborado en películas como “21 gramos” (2003), “Babel” (2006) y “Los entierros de Melquiades Estrada” (2005).
En lo único en que no coincidieron los dos cineastas era el lugar en donde se filmaría la película, Guillermo pedía que fuera en México, Lorenzo defendía la opción venezolana, “ahí tuvimos una discusión fuerte y acalorada. Yo quería que la película se hiciera en Venezuela y me traje la película al país”.
Para su ópera prima, Lorenzo Vigas necesitaba imprimirle el calor de su país, pero lo más importante y urgente era encontrar los actores ideales para su drama.
Estuvo meses buscando el actor indicado para Armando, un hombre de 50 años dueño de un laboratorio de prótesis dental, que busca jóvenes y les ofrece dinero para que lo acompañen a su casa. El director tenía en la mente al actor chileno Alfredo Castro.
Castro es para Lorenzo Vigas, uno de los mejores actores de Latinoamérica con títulos tan importantes como “No” (2012) y “El club” (2015), le mandé el guión. “Él recibe cientos de guiones y no hace casi películas y fue inmediato. Me llamó y me dijo ‘yo quiero hacer esta película’ y se quiso venir a Caracas y… fue maravilloso”.
Para el personaje de Elder, Lorenzo Vigas necesitaba a un chico natural, un actor que estuviera alejado de las cámaras y fue la directora de casting Mireya Guanipa, quien le mostró una foto de Luis Silva.
Cuando Lorenzo Vigas conoció a Silva supo de inmediato que lo quería para su película.
Se hicieron amigos, salieron juntos por un año.
Todo con el fin de crear unos estrechos lazos de amistad, el director también buscaba el momento oportuno para hablar de su personaje, “Luis no sabía de lo que se trataba la película, sabía que era el protagonista, pero nada más. Un día me senté en un restaurante, le di una cerveza y ya tenía que contarle de qué iba, pero tenía miedo que se parara y se fuera. Se lo dije, me miró seriamente y me respondió que él era un profesional y que no me iba a quedar mal, y efectivamente fue lo que hizo”.
Para la producción de la película, Lorenzo Vigas estrechó lazos con Rodolfo Cova quien ha estado en ese rol en películas como “Azul y no tan rosa” (2012), “La hora cero” (2010) y “Papita, maní, tostón” (2013).
Fueron ellos cuatro, Lorenzo Vigas, Rodolfo Cova, Luis Silva y Alfredo Castro quienes se sentían dentro del cuento de la cenicienta en Italia, en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Hasta que proyectaron “Desde Allá”.
“Al día siguiente todo cambió, la gente paraba a Luis Alejandro el protagonista de la película, nos paraban en la calle, todo cambió. Empezaron a darnos entrevistas y entonces empezamos ahí a soñar en algo, pero bueno todo era muy incierto”, recuerda el realizador.
A la par del cambio, otras personas le aconsejaron que estuvieran en la premiación.
Esto avivó las esperanzas, y ese día mientras repartían los premios más importantes y no nombraban “Desde Allá”, a Lorenzo Vigas se le erizaba la piel.
“Nos veíamos y bueno, pensábamos ¿hasta dónde va a llegar esto?, y ya quedaban dos premios al final que eran el León de Plata y el León de Oro, todos pensamos que nos iban a dar el León de Plata y de pronto resulta que nos dieron el León de Oro. Fue maravilloso, no solamente para Venezuela sino para Latinoamérica, porque es la primera vez que una película latinoamericana, Iberoamericana, hablada en español, gana el León de Oro (…) Esta película fue hecha para Venezuela, para los venezolanos y estamos muy contentos de que por fin la podamos ver en Venezuela”.
Una de las preguntas que siempre está presente en las ruedas de prensa que ofrecen tanto productor como director, es “¿Por qué creen que ganaron?”.
La respuesta está en el modo en cómo concibieron “Desde Allá”.
Mimetizando a los actores
Lorenzo Vigas tenía la idea de una película en la que su protagonista fuera un autista, “una persona que no se puede relacionar emocionalmente con los demás, como una especie de autista emocional, eso fue como el principio, y de ahí surgió el personaje de Armando y luego la historia se fue desarrollando”.
El realizador quería ubicar al espectador en el punto de vista de un vouyeur, como a la distancia, “por eso un poco la película se llama “Desde Allá”. Para Armando todo es a distancia y el espectador había que ubicarlo en esa posición, por eso la cámara a veces está detrás de él, a veces fuera de foco”.
En nueve semanas de rodaje, los actores se internaron en las calles de Caracas tratando de mimetizarse con las personas, mientras el camarógrafo chileno Sergio Armstrong grababa todo cámara en mano.
Para el productor Rodolfo Cova esto fue la parte más difícil de la película, “se metían en una cola de gente que estaba comprando cosas y cuando pasaba ya el par de horas, eran dos seres humanos iguales que estaban allí. Hacían su escena, discutían, la gente pasaba y veía la discusión de la escena como si pasaras y vieras cualquier discusión en la calle. Era no llamar la atención e involucrarlos de esa manera y utilizar la ciudad tal cual es”.
La propuesta del director también era hacer repetir a los actores las escenas unas 20 o 30 veces hasta llegar a agotarlos, esta intención la explica Rodolfo Cova, “y ese dejo de agotamiento en la escena queda en esa última toma que es la que se termina usando y así fue toda la película. Se usó siempre las últimas tomas donde ya el actor estaba un poco más agotado y era parte de esa pesadez que quería Lorenzo en los actores”.
Después de exhibirla por 40 países, llega a Venezuela con unas conclusiones que tiene Lorenzo Vigas, “es una película que no va a dejar indiferente a nadie. Es una película que te lleva a sentir emociones muy fuertes en el espectador. Es una película que se te queda luego en la cabeza”.
Texto: Mawarí Basanta
Fotos: Willetza Bolívar