El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía promueve el cine en las comunidades con un reflejo de esperanza en sus historias
Durante tres semanas, los habitantes de San Agustín reciben clases de guion, producción, dirección, cámara y sonido en encuentros teóricos y prácticos con el fin de visibilizar las historias en las comunidades.
Veruscka Cavallaro cumple doble función en el taller «De la idea al cortometraje», organizado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, CNAC, en la parroquia San Agustín, en su Programa CNAC Cine en Comunidad: por una parte dictó en una semana el taller de guion, y, por la otra, es la responsable de que se cumplan los objetivos de entrelazar todas las clases que incluye, además de la estructura del guion, también producción, dirección, sonido y cámara.
Son 12 participantes que acuden a la sede de la Televisora de San Agustín (TVSA), con edades que van entre los 50 y los 68 años, adultos mayores que para Veruscka Cavallaro representan en igual medida un reto y una satisfacción: «lo mejor de dar este taller a las personas de la tercera edad es ver las caras de felicidad, porque una de las cosas que pasa cuando empezamos a escribir es que hablamos de nosotros mismos”.
El panorama con el que los facilitadores se han encontrado en el taller «De la idea al cortometraje» en San Agustín es que sus historias se alejan de la violencia y se acercan a la cotidianidad; lo sabe Veruscka cuando en el taller de guion sus diálogos invitan a la esperanza.
«Casi todas las historias que salen de los barrios son moralizadoras, ejemplarizantes, de esperanza. La gente que se mira tiene sobre sí otro concepto, y cuando llegamos y somos de otro lado y llegamos al barrio, asumimos la criminalización del barrio porque tenemos los ojos que nos da el noticiero de la mañana, que nos da la página amarilla del periódico. Pero en una comunidad hemos visto organización, gente con esperanza”, dijo Veruscka Cavallaro.
Es a través de estas historias de ejemplo y esperanza plasmadas en un guion, que el productor, coordinador de Promoción y Difusión del Teatro Teresa Carreño y tallerista de producción y dirección, Luis Guillermo González, es quien proveerá las herramientas para organizar el producto final del taller: un cortometraje.
«La particularidad que tienen las comunidades organizadas en la creación audiovisual es que no le tienen miedo a realizar, hacen mucho; el asunto que todas esas ganas y todo ese ímpetu que tienen por hacer hay que encauzarlo, para que puedan generar un audiovisual que cumpla con algunos parámetros de la estructura convencional de lo que es el cine”, acotó Luis Guillermo González.
Masificar y ofrecer un equilibrio en el conocimiento es la importancia que tiene para Luis Guillermo los talleres en la comunidad, «hay una cosa que yo admiro de la gente que hace cine en la comunidad, que agarran una cámara, se van para el cerro y se inventan un cortometraje, se inventan una historia”.
Uno de esos protagonistas que tomó la cámara y desea contar historias es Rafael Márquez, quien a sus 65 años es el presidente de la TVSA, creada hace ocho años.
Rafael Márquez se unió a la televisora porque tenía la inquietud de comunicar lo que sucedía en su esquina, en el barrio y en su parroquia, «todo lo que se hace en la parroquia sale a la calle, sale a la luz y con mucho entusiasmo. Cuando nos dieron la idea de hacer este taller nos pareció muy importante porque nos ayuda mucho más a crecer como medio alternativo y comunitario y como personas”.
El taller «De la idea al cortometraje» comenzó el lunes 13 de marzo, con un taller de guion dictado por Veruscka Cavallaro, Luis Guillermo González está a cargo del taller de producción y dirección, Adán García dicta el taller de cámara y Mario López el de sonido.
Los 12 participantes escogieron una historia con el título «El milagro» que grabarán los días 25 y 26 de marzo en San Agustín. El montaje del cortometraje «El milagro» estará en manos de Noel Velásquez.
Con el Taller de la Idea al Cortometraje que organiza el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, se brinda un apoyo para que los habitantes de las comunidades conozcan y aprenden el proceso de la creación cinematográfica.
Texto: Mawarí Basanta
Fotografías: Sergio Gómez Antillano