Henrry Melean enciende las luces del cine venezolano
El jefe eléctrico del cine venezolano, Henrry Melean, fue el noveno invitado a la Clase Magistral que organiza el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), con su Programa Descubriendo Nuestros Protagonistas del Cine Venezolano.
El director Luis Alberto Lamata no olvida el día en que todo su equipo de trabajo de la película «Desnudo con naranjas» (1995) trataba de mover un barco que estaba encallado en la arena. Desde los hombres de máquina, pasando por los eléctricos, el personal de vestuario y muchos otros, se levantaron de madrugada para mover el barco que había perdido el ancla.
Decidieron no decirle nada al director, pero cuando Luis Alberto Lamata despierta, se encuentra con la escena de hombres y mujeres llenos de alquitrán y gasoil en el esfuerzo por mover la embarcación.
No lo pudieron rodar ni un centímetro, «pero ese gesto de aquel equipo empujando, a mí me pareció muy hermoso, y tengo un enorme respeto, cariño, y una enorme admiración por Henrry y por los técnicos cinematográficos venezolanos», dijo Lamata.
Henrry Melean era una de esas personas que luchaba por desencallar el barco, en su primera experiencia en el cine venezolano después de trabajar en Tiuna Films y Cine Materiales donde tenía el cargo de encargado del estudio y en la que trabajó con Tonny Valera, actual director de fotografía.
«Tuve la suerte de trabajar con él en Cine Materiales. Ahí trabajamos por 15 años o más, hicimos de todo, en especial mucha publicidad. Hacíamos hasta 5 comerciales por semana».
Después de muchos años, Tonny Valera y Henrry Melean continuaron trabajando juntos en películas como «Le Jaguar» (1996) de Francis Veber, «Una vida y dos mandados» (1997) de Alberto Arvelo y «Salserín» (1997) de Luis Alberto Lamata.
En cada oportunidad que se presentaba, Valera llamaba a Henrry Melean para que tomara el cargo de jefe eléctrico o gaffer, «cuando uno trabaja con un gaffer específico es porque cuando el director de fotografía levanta la mano, ya el gaffer sabe qué hacer. La mayoría de los directores de fotografía trabajan con Henrry Melean porque es un profesional».
Después de más de tres décadas en el cine nacional, para Melean el jefe eléctrico es ante todo quien brinda la seguridad al director de fotografía, «aparte de brindarle la seguridad al director de fotografía, debe atender la propuesta que él dice y por supuesto manejar el equipo (…) El manejo de los equipos, llevar la colocación de las luces».
Como jefe eléctrico, Henrry Melean revisa el guion antes de empezar la producción, se reúne con el director de fotografía, acompaña a ver las locaciones y en su oficio tiene una relación directa con el jefe de máquina y el departamento de arte.
Arte y electricidad van de la mano para Henrry Melean, porque el diseñador de arte junto a sus asistentes ayudan a maquillar algún cable que necesite pasar desapercibido, «siempre buscamos la manera de que el trabajo sea en conjunto, pero a nivel de arte me apoyo mucho con ellos».
Otro punto de apoyo es el equipo de máquina, quienes le brindan seguridad a los eléctricos cuando montan una luz, «ellos son las personas que aseguran todo y de alguna manera afirman si podemos montar una luz».
Esa mística, la magia y el trabajo en equipo para crear una realidad, donde ésta no existe, es lo que para el director Luis Alberto Lamata representa la cinematografía, y en concreto, el trabajo del gaffer y sus asistentes «lo increíble de los eléctricos es que el director de fotografía de repente sueña una luz, se imagina una luz, pero no es cuestión que mueva la naricita como hechizada y eso se va a iluminar…¡no, no! Es un trabajo concreto, es un reto siempre de algo que está flotando en la creatividad de alguien, tiene que haber en el cine un equipo que lo convierte en imagen real, en imagen material y nunca la realidad es fácil. Es esa imagen que se repite, la del eléctrico resolviendo problemas, poniendo luz donde no hay luz y donde es imposible que haya luz. Siempre hay unos eléctricos que encuentran la solución técnica a un asunto creativo, para hacerlo tienen que ser enormemente imaginativos».
Creando amistades
Henrry Melean llama al cine «un mundo de locura», un mundo que le ha brindado satisfacciones y en el que no dudaría de tomar la decisión de repetir la experiencia, «he estado en los sitios en los menos que he imaginado estar, me pagan por conocer mi país, ¿qué más le puedo pedir a la vida?»
Tímido, reservado, trabajador y pleno en entusiasmo, Henrry Melean ha creado amistades en cada set de grabación, entre ellas la productora Hilda de Luca, «si el cine le dejó a uno algo bonito en la vida es haber conocido a personas como tú Henrry, de verdad que yo me siento bendecida, orgullosa y feliz por haber tenido la suerte de encontrarte a temprana edad, donde pude formarme con los valores que tú ya traías en tu quehacer tan profesional».
Para la periodista y profesora Liduzka Derek el reconocimiento que tiene el cine venezolano es que no se quedó en el set, «y todo lo que hace el equipo de trabajo para llevar adelante esa puesta en escena».
Lo que Henrry Melean pide es que exista una generación de relevo, para que asuma los espacios que van dejando los técnicos con más experiencia, la productora Nora Ortega coincide con el jefe électrico, «Al final puedes tener mucha teoría, tienes que ayudarte de un director de fotografía, pero realmente para máquina y electricidad son las que ameritarían de un trabajo de campo, para salir con algo».
Para las nuevas generaciones, Henrry Melean les regala la frase, «y si les gusta esto, bienvenido a este mundo de locura».
El Programa
Alizar Dahdah Antar, vicepresidenta del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, señaló que con el Programa Descubriendo Nuestros Protagonistas del Cine Venezolano se busca «dar a conocer a todos esos hacedores de cine, en particular a aquellos invisibilizados de nuestra cinematografía. Cuando una película termina, la imagen de la obra es el director, el productor, o tal vez algún que otro actor, pero todas aquellas personas que fueron parte de ese gran equipo que hizo posible la película, que se hiciera la película no son conocidas. Con estos Nueve Protagonistas del Cine Venezolano que ya han venido al CNAC hemos ido descubriendo los rostros a esas letras con nombres y apellidos que están en los créditos que vemos una vez finaliza la proyección de una película venezolana».
Las clases magistrales que se realizan cada jueves en la Sala Román Chalbaud del CNAC, son transmitidas en vivo por la página oficial de YouTube: Centro de Cinematografía CNAC VENEZUELA.
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Texto: Mawarí Basanta
Fotografía: Sergio Gómez Antillano