El CNAC asignó financiamiento para el desarrollo del guion del proyecto «Vampiros en el bloque»
El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), apegado al fiel compromiso de seguir fortaleciendo e impulsando el cine venezolano, otorgó un estímulo económico para el desarrollo del guion «Vampiros en el bloque» de Javier Piña.
El CNAC avanza con los proyectos beneficiados de la Recepción Permanente de Proyectos Cinematográficos del I Corte 2016, participantes en el Sistema Automatizado de Proyectos Cinematográficos (SAPCINE).
«Vampiros en el bloque» propuesta de guión presentada por Javier Piña, fue seleccionado para recibir financiamiento en la modalidad de Desarrollo de Guion Cinematográfico, por lo que se le otorgó un estímulo económico que hará posible su escritura.
El proyecto presentado por Javier Piña, «Vampiros en el bloque», es una historia descrita por el guionista como «surrealista», ya que trata de unos vampiros que intentan tomar un barrio. La trama de la historia transcurre en Venezuela, en un sector imaginario de la ciudad de Caracas, llamado «Barrio Sangría».
«Vampiros en el bloque», es una historia que fue inicialmente concebida para televisión, «es una historia que nació para televisión, yo la iba a hacer en un seriado, porque anteriormente había hecho una cosa pequeña, un seriado de cuatro capítulos», destacó Piña.
El guionista está en búsqueda de actores que puedan dar vida a los personajes de la historia, y comenta que ya pudo realizar un cortometraje con actores desconocidos y otros no tanto, como el director Jackson Gutiérrez y el actor Mascioli Zapata.
Para Javier Piña trabajar con actores nuevos en el medio es una ventaja, ya que permite «darle cierta credibilidad al personaje, te lo crees más, y más en una historia como esta, que se trata de vampiros en un barrio y se necesita ese tipo de realismo».
El escritor comenta que no se trata de una historia costosa, pero si de una historia que requiere de mucha gente involucrada en el proyecto. Sin embargo, «en el proyecto estoy trabajando prácticamente solo, pero con la ayuda del CNAC».
Texto y fotografías: Rosa Elena Mota