Edgar “Catire» Jiménez: “el cine es una cuestión en que todo segundo vale”
Edgar “Catire” Jiménez, transportista del cine venezolano, se convirtió en el décimo cuarto Protagonista del Cine Venezolano en su Clase Magistral del Programa Descubriendo Nuestros Protagonistas del Cine Venezolano que organiza el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC).
La juventud de Edgar Jiménez transcurrió en las salas de cine de Caracas. Como aficionado a las películas, Edgar pasaba el tiempo en el Cine Plaza, el Cine Granada y el Junín para disfrutar de sus géneros cinematográficos favoritos: aventura y comedia, y al ver las películas el Catire se preguntaba ¿qué había detrás de esas historias?.
Su forma de acercarse a esa magia fue inscribiéndose en la Escuela Nacional de Teatro cuando tenía 22 años, pero la inquietud del cine seguía intacta cuando compró una cámara Super8 y empezó a grabar todo lo que encontraba a su paso. «Me montaba en el funicular y empezaba a filmar la montaña (…) cuando llegué allá arriba vi unas hormigas que pasaban por un palo y las grabé (…). El cine le despierta a uno esa inquietud de explorar”.
Como estudiante de teatro, el Catire y muchos de sus compañeros de clase eran llamados para participar como figurantes en películas venezolanas. De esta manera entró en la película “Eva, Julia y Perla” de Mauricio Walerstein.
Estar en el set, esperando por largas horas a que se grabara su escena, permitía a Edgar Jiménez involucrarse con los técnicos, ayudar en lo que podía y conocer el detrás de cámara de una película. Lo que tanto soñó cuando era adolescente.
Pasó el tiempo y Edgar tuvo que decidir entre trabajar o seguir con su carrera de actuación. Aún cuando se vio forzado a trabajar, veía el sueño de entrar en el cine como un imposible, una utopía, así que Edgar se dedicó a vender electrodomésticos en una camioneta adaptada para este fin.
Con esfuerzo pudo conseguir un camión 350 y gracias a un contacto comenzó a trabajar en Cinemateriales. «Allí empecé en mi primera película que fue cuando me enganché en el cine (…) para mí era una novedad, porque no estaba soñando, estaba dentro de una película”.
Esa película era “Desnudo con naranjas” (1995) de Luis Alberto Lamata.
Responsable del trabajo
El Catire no tenía ni remota idea de cómo se arreglaba un camión de luces y mucho menos un camión de máquina y fue lo primero que le tocó. «Había que arreglar los rieles, la grúa, los andamios pero los muchachos de Cinemateriales tenían esa conducta de organización (…). Los muchachos me ayudaron porque era un inexperto”.
Lo que no sabía Edgar era el sacrificio que implica trabajar en una película: viajar fuera de Caracas, levantarse constantemente de madrugada, tomar las previsiones para que el equipo llegase en perfectas condiciones y a tiempo para el llamado de filmación.
“El cine es una responsabilidad, no es que voy a llegar con el camión y lo estaciono ahí. El cine te enseña a cuidar las cosas, a tener un horario, a tener responsabilidad”.
Una opinión que comparte Hilda de Luca, productora, “Edgar siempre ha estado como aportando cosas en beneficio de un rodaje más profesional (…) Tú a mi me has enseñado a hacer producción”.
Esa responsabilidad le permitió comprender que el camión que manejaba para llevar los equipos en las películas que participó como “Salserín, la primera vez” (1997) de Luis Alberto Lamata, “Piel” (1998) de Oscar Lucién, “Amaneció de golpe” (1998) de Carlos Azpúrua, “Despedida de soltera” (1998) de Antonio Llerandi, de la llegada a tiempo del camión dependía de todo el desarrollo de la película.
“Todos los elementos que hay en los camiones son los equipos para los técnicos, son los equipos con los que se van a producir y esos técnicos así como son responsables en sus acciones de trabajo, uno tiene que ser diez veces más responsable, tiene que estar ahí a la hora y el día que te digan”.
Cuidando un vestuario
Después de trasladar con su camión todo tipo de equipos y materiales, Edgar Jiménez se especializó en organizar y llevar el departamento de vestuario en películas como “Juegos Bajo la Luna” (2000) de Mauricio Walerstein, “Manuela Saenz (2002) y “Francisco de Miranda” (2007) de Diego Rísquez, “Venezzia” (2009) de Haik Gazzarian, “Libertador» (2014) de de Alberto Arvelo y “Allende en su laberinto” (2014) de Miguel Littín.
Sus mentoras en vestuarios fueron Ana “Cape” Grillet y Rosa Muñoz.
Para Cape Grillet, el trabajo del “Catire” Jiménez ha sido uno de los mejores, “porque no solo traslada las cosas sino que se involucra, se lee el guion, sabe donde están las cosas, arma el camión de acuerdo a la necesidad del departamento”.
El Catire Jiménez se involucró tanto en ese departamento que se aprendía el desglose de la escena, el vestuario de los personajes, tomó la responsabilidad de cuidar la utilería menor y mayor de los actores, “el cine es una cuestión en que todo segundo vale”.
En la Clase Magistral del Catire Jiménez estuvo presente Diego Rísquez, quien sobre el transporte asume una postura: «debe estar perfectamente organizado», “tanto en el departamento de arte con utilería menor, piezas pequeñas que salen en set que es la utilería diaria, ahí es que es importantísima la coordinación del equipo y la gente cree que hacer cine es que te dan una cámara, unas luces y haces cine, eso es mentira”.
Edgar Jiménez junto a sus hermanos Luis y Carlos, son una familia que decidieron entregarse al cine por más de dos décadas y en el camino han aprendido a formar otra familia. “No importa que tengas un día en el cine o tenga diez años, si tienes la intención, te comprometes con el cine, ahí arrancas y haces vida y es una familia”, dijo Edgar.
Esta Clase Magistral es parte del Programa Descubriendo Nuestros Protagonistas del Cine Venezolano que organiza el CNAC, a propósito de la celebración de los 120 años del cine venezolano. Para su vicepresidenta Alizar Dahdah Antar, cada invitado a la clase representa una oportunidad para que los venezolanos y venezolanas “conozcan a sus hacedores de cine, y que conozcan en qué consiste el oficio de cada uno de ellos, porque cada uno de ellos contribuye de una manera única para que cada película se haga posible”.
Las clases magistrales se desarrollan todos los jueves a partir de las 9:30 de la mañana en la sede del CNAC, y se transmiten en vivo por su canal de YouTube: Centro de Cinematografía CNAC VENEZUELA.
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Texto: Mawarí Basanta
Fotografía: Sergio Gómez Antillano