Primera Jornada de Cine Histórico en Angostura
El sentido de pertenencia que una actividad como esta puede despertar en la población y sobre todo en los jóvenes, no tiene precio.
El Congreso de Angostura, en 1819, organizado por el Libertador Simón Bolívar, fue el segundo Congreso Constituyente de la República de Venezuela. Se lleva a cabo en medio de la contienda independentista y la definición de la Nueva Granada. En la escuela se enseña su importancia como acto fundamental para nuestro Libertador, siguiendo los ideales y propuestas de Francisco de Miranda. Por ello la palabra: Angostura, nos remite de manera natural a la idea de la historia de Venezuela. Fue el general Carlos Soublette, ocupando la Presidencia, quien en 1846, decreta el cambio de nombre de Angostura a Ciudad Bolívar, lo que muestra su respeto y profundo cariño por nuestro Libertador, a quien se atribuye la larga lucha por independizar de España también a las naciones hermanas (Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia).
En Ciudad Bolívar nació el poeta Héctor Guillermo Villalobos, un enamorado de su región natal: la Guayana venezolana y así lo expresó la totalidad de su obra literaria. («¿Será que usted sabe algo, Ño Guaricongo?/ ¿Comprende acaso que en esta paz/y en esta rutina duermen/con sueño de muchos siglos/almas que viven y sienten?»).
Con esta bonita carga referencial, los guayaneses del Circuito de Festivales y Encuentros de Cine, y en este caso se trata de José Barceló, animador y gestor principal de un maravilloso Festival Infantil de Cine de Ciudad Guayana, en su empeño continuo de retomar los hilos y conducirlos, vinculando a la población de todas las edades, a la historia y a los medios audiovisuales, se ha lanzado a organizar una jornada de cine histórico: la Primera Jornada de Cine Histórico de Angostura, donde se lleva a cabo el Taller de Investigación Comunitaria para la recolección de la Memoria Histórica, dirigido a promotores culturales, líderes comunitarios y la gran comunidad estudiantil.
El sentido de pertenencia que una actividad como esta puede despertar en la población y sobre todo en los jóvenes, no tiene precio.
El antropólogo Tomás Águila es el pedagogo expositor de esta tarea, compartiendo lo que ha sido su experiencia en el área. El taller se lleva a cabo en la Sala de usos múltiples de la Secretaria de Cultura de la Gobernación, justo en el escenario que significa el casco histórico de la ciudad dedicada a Bolívar.
En la inauguración estuvo, nada menos que ese gran realizador que es Luis Alberto Lamata, quien es licenciado en Historia (además), y nos ha dado clases a través de su cine, desde una concepción crítica de observador analítico. Recordemos «Jericó», «Miranda regresa», «Azú», «Taita Boves», «Bolívar, el hombre de las dificultades».
Lamata es un apasionado de estos temas y su conocimiento acerca de la historia de Venezuela nos sorprende, sumado a su percepción de las ramificaciones de lo individual y lo colectivo, los vericuetos psicológicos que se atraviesan en los seres humanos, enfrentados a circunstancias donde la visión de lo individual es eclipsada frente a las demandas de lo colectivo, (pensemos en el misionero protagonista de «Jericó» o en su guión de «Azú», y en realidad, en todas sus películas.
Pues los angostureños tuvieron el privilegio de asistir por estos días a un taller de cine con este gran Maestro.
El evento incluyó la proyección de cine también en las escuelas y es así como los niños y niñas de la UEEB Narciso Fragachán (también en el Casco Histórico de Ciudad Bolivar) están disfrutaron de un ciclo de cortos que incluye muy distintos formatos cinematográficos para contarles la historia, por ejemplo, de Josefa Camejo, José Leonardo Chirinos, el Fortín el zamuro y la Catedral de Ciudad Bolívar.
Esperamos que iniciativas como ésta se sigan llevando a cabo en otras ciudades del País, para beneplácito de todos los que aquí nacimos y pernoctamos.
Laura Antillano