El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía reconoció la trayectoria del maestro Carlos Azpúrua, Premio Nacional de Cultura – Mención Cine, al inaugurar una sala en su nombre
El Maestro y destacado director de cine, Carlos Azpúrua, fue homenajeado por el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), por su incansable lucha a favor del desarrollo del cine venezolano.
El Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC) reconoció el esfuerzo y el trabajo cinematográfico del cineasta y político venezolano Carlos Azpúrua al inaugurar el pasado viernes 9 junio la Sala Carlos Azpúrua, ubicada en la sede del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía.
El espacio que lleva el nombre del director ha servido desde los inicios de la institución, hace 23 años, para la discusión e intercambio de ideas de todos los cineastas venezolanos, del sector público y privado siempre respetando la libertad de pensamiento y creación.
El acto de inauguración de la Sala Carlos Azpúrua comenzó con las palabras de la vicepresidenta Alizar Dahdah quien expresó su profundo respeto y admiración por el cineasta y le agradeció tantos años de lucha, entrega y dedicación al cine venezolano.
«Estamos muy agradecidos, hoy es un día muy importante para el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, porque decidimos dedicar, hacer un homenaje a nuestro gran cineasta, compañero, amigo, hermano Carlos Azpúrua, quien es un gran luchador social, que le ha dado su vida al cine venezolano».
El director Carlos Azpúrua, quien obtuvo en 2006 el Premio Nacional de Cultura – Mención Cine, comentó que siempre ha comprendido su compromiso como creador y como político y que se siente orgulloso por haber militado dentro un gremio de cineastas que producen y generan políticas que ayudan al colectivo en general.
«Yo pienso que no soy sino la continuidad de una extraordinaria lucha de compañeros cineastas, históricamente comprometidos con el cine venezolano y dentro de ese compromiso está nuestro país, está nuestro sufrimiento, está nuestra historia, está el imaginario de nuestro pueblo, está la combatividad, la denuncia y está en definitiva la expresión quizás de una de las artes más significativas y determinantes para lo que es la identidad de nuestro país».
Azpúrua además expresó la importancia que tiene para el gremio el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía. «Los cineastas por encima de nuestras diferencias nos hemos sentido orgullosos de tener una institución como ésta, que expresa quizás la tenacidad y el intenso amor que como creadores tenemos por el cine nacional. Aquí en esta sala se han dado históricas batallas, diferencias encarnizadas de división; pero siempre muy claros todos con nuestro compromiso de crear y orientar al Estado en políticas públicas. El CNAC es una expresión extraordinaria de democracia más allá de las diferencias que pueden tener muchos cineastas».
Durante el acto inaugural el padre Numa Molina, capellán del canal Venezolana de Televisión (VTV), procedió a bendecir la Sala Carlos Azpúrua y a todos los presentes, y felicitó al cineasta, a quien definió como un misionero de la cinematografía.
«Vine hoy a bendecir esta sala, que no solo es una sala, es un templo. Desde aquí se ha soñado, se ha orado, desde aquí se ha mezclado la espiritualidad del pueblo, con la creatividad de nuestros grandes cineastas, de los que hoy honramos, entre ellos Carlos fundamentalmente. Felicitaciones por este homenaje tan hermoso, porque de verdad te lo mereces, has hecho mucho, desde tu humildad porque te conozco así, sin hacer ruido, esos son los héroes que son capaces de cambiar el mundo».
En la celebración de este homenaje asistieron los cineastas y amigos de Carlos Azpúrua: el director Román Chalbaud, el cineasta y poeta Edmundo Aray, el secretario general del PPT Rafael Uzcátegui y el fotógrafo Rafael Salvatore, quien realizó el trabajo de curaduría de la sala. También estuvieron presentes Irabé Seguías, actriz, Juan Carlos Incoronato, productor, periodista y fotógrafo, y los trabajadores del CNAC, quienes emocionados fueron testigos del acto de reconocimiento a uno de los cineastas que se ha ganado el cariño de quienes hacen vida en la institución.
Carlos Azpúrua: un militante
Para el director de cine Román Chalbaud, Carlos Azpúrua es un gran luchador del cine venezolano.
«En una época donde nadie nos ayudaba, donde no podíamos hacer cine porque no teníamos colaboración, nos reunimos todos los cineastas, no solamente Carlos y yo, todos, de todas las tendencias, de todos los pensamientos, nos reunimos a luchar. (…) Quieren dividirnos pero ahora es donde debemos estar más juntos como lo estuvimos en el pasado y logramos todo lo que quisimos lograr, unión de todas las tendencias es lo que se necesita, luchar por Venezuela unidos en paz».
El reconocido fotógrafo, Rafael Salvatore, comentó que trató de armar un discurso, de contar por medio de imágenes la historia del trabajo de Carlos Azpúrua a quien definió como «a un pez que nada contra la corriente». «Él está siempre confrontado con lo que puede representar el poder, entonces busca permanentemente estar en contra, que es una posición en la vida (…) Carlos es un gran amigo y es un gran enemigo, tiene valor según donde lo veas, pero por ambos lados».
El poeta y cineasta Edmundo Aray agradeció la iniciativa de la vicepresidenta del CNAC, Alizar Dahdah, y del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de realizar este homenaje. «En primer lugar celebro la iniciativa de Alizar Dahdah y de los compañeros del CNAC de inaugurar una sala que será permanente a esta expresión de la cinematografía con el nombre de Carlos Azpúrua (…) Él es un emblema del cine documental».
Rafael Uzcátegui, secretario general del partido político Patria Para Todos (PPT), presente en el homenaje, comentó que Azpúrua es su compañero de luchas. «A Carlos Azpúrua lo considero un camarada militante, pero además hay algo muy importante, es su vida, su compromiso, su estética, con lo que es el cine, con lo que es el arte del cine, con lo que es el documental, con lo que es Carlos Azpúrua, un militante de la vida, un militante desde el compromiso revolucionario, un militante latinoamericano».
Irabé Seguías, actriz, locutora, docente y promotora cultural, manifestó su emoción al ver la sala. «Entré en la sala y me dio felicidad al hallarla poblada con la historia de las películas de Carlos Azpúrua, no porque Carlos esté vinculado con un movimiento político que es ahora fuerza, y sea una complacencia, sino porque el cine que ha hecho refleja de manera contundente la historia de nuestro país. Es importante darle nombre a los espacios del quehacer y convivencia.
Carlos Azpúrua se define a sí mismo como un cineasta político, y lo ha demostrado con cada trabajo cinematográfico que ha producido, en los que muestra su profunda preocupación ante las injusticias y desigualdades que ha sufrido la sociedad venezolana y otros pueblos del mundo.
Contribuyó con la lucha de los pueblos originarios de Venezuela con los documentales «Yo hablo a Caracas» (1978), «Amazonas, el negocio de este mundo» (1986), «Caño Mánamo» (1983), «Pesca de arrastre» (1980), «Bosque silencioso» (1996), a través de los que denuncia el etnocidio y la injerencia extrajera en territorio indígena del país.
Azpúrua además emprendió una lucha a favor de las reivindicaciones políticas del gremio cinematográfico, trabajó arduamente con directores como Román Chalbaud en la creación de la Asociación Nacional de Autores Cinematográficos (ANAC) y de la Cámara Venezolana de Productores de Largometrajes (CAVEPROL); del mismo modo trabajó en la creación de la Ley de la Cinematografía Nacional aprobada en el año 1993 y en la primera reforma de esta ley aprobada en el 2005.
Actualmente trabaja para lograr la segunda reforma de la Ley de la Cinematografía Nacional, con el fin de reforzar y profundizar los triunfos alcanzados por ese sector. Con esta dedicatoria, el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía reconoce su arduo trabajo en beneficio del desarrollo del cine venezolano.
Texto: Jerick Hidalgo
Fotografía: Mawarí Basanta